Clases y tipos de chocolate y chocolatinas

 

Hay muchos placeres sencillos en la vida, como disfrutar de una buena comida, poder hacer un viaje soñado o disfrutar de un pedazo de chocolate de calidad.

¿Pero qué es el chocolate exactamente? ¿Por qué hay diferentes tipos y colores? ¿Cuál es mejor y cuáles son las diferencias? No siempre tenemos claras las respuestas a estas preguntas cuando elegimos pasteles, bombones o tabletas de chocolate, pero quizá deberíamos.

Todos los tipos de chocolatinas que ves en el mercado, están fabricados a partir del cacao o productos a base de cacao y azúcar. Sin embargo, basta con que una barra de chocolate tenga 35% de cacao para que pueda poner esta etiqueta en su packaging. Por esto es importante saber identificar qué ingredientes tiene nuestra variedad preferida de chocolate y poder así descartar composiciones perjuiciosas para nuestro organismo.

¿Cuántos tipos de chocolate hay?

En una chocolatería o en un supermercado, es posible encontrar una gran variedad de chocolates rica en tipos, olores y sabores. Todos ellos están clasificados en cinco tipos, cada uno con sus propiedades y características propias. El porcentaje de cacao que lleva cada uno, la presencia o no de leche, la cantidad de azúcar o los ingredientes finales son algunos de los criterios que entran en juego a la hora de clasificarlos. Teniendo en cuenta esto, podemos encontrar las siguientes clases de chocolate:

Chocolate negro

Para poder llamarse ‘negro’ debe tener un 45% de cacao o más en su composición final. Es el más amargo de todos los tipos, pero también es el favorito de los amantes del chocolate, especialmente cuando el porcentaje de cacao es elevado. Por su composición final, es el que menos azúcar contiene, por lo que suele ser la opción más saludable. Consumido en su justa medida, es fuente importante de antioxidantes, tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a disminuir el colesterol LDL. Además, un buen trozo de chocolate negro libera endorfinas y mejora el ánimo.

Chocolate con leche

Este tipo de chocolate puede contener entre un 25% y un 40% de cacao, además de otros ingredientes en cantidades abundantes como manteca de cacao, leche (usualmente en polvo), azúcar, extracto de vainilla, lecitina de soja y una combinación amplia de ingredientes complementarios como almendras, avellanas, maní en trozos o arroz inflado.

Chocolate blanco

Es posible que hayas oído en algún momento que el chocolate blanco no es chocolate real… Y, efectivamente, no lo es. Esto se debe a que está fabricado con manteca de cacao, derivados lácteos y azúcar. ¿Ves que el cacao no está entre sus ingredientes? Es porque no lo contiene, aunque es igualmente delicioso.

Chocolate con frutos secos

Es el tipo de chocolate que contiene entre un 8% y un 40% de frutos secos como almendras, nueces o piñones. Las principales marcas de chocolate tienen este tipo de chocolate entre su gama de variedades. Su base suele ser de cacao con leche, ambas opciones igualmente deliciosas.

Chocolate con frutas

Tiene una composición similar al chocolate con frutos secos: una base de chocolate negro o con leche y entre 5% y 40% de fruta confitada. Son muy comunes (y deliciosos) los chocolates con frutos rojos.

Ninguno de estos tipos de chocolates debe confundirse con el chocolate de cobertura, que es el que se usa en repostería. El chocolate de cobertura contiene niveles más elevados de manteca de cacao (aproximadamente 20% más) que el chocolate de tableta, esto con el fin de hacerlo más moldeable y manejable a la hora de usarlo para cubrir tartas, pasteles y postres en general.

En repostería también se usa el chocolate fondant, hecho con 40% de manteca de cacao, 40% de pasta de cacao y 20% de azúcar. Este es el tipo de chocolate que se usa para bañar bombones, frutas, tartas y pasteles.

El chocolate es un producto versátil, que despierta todos los sentidos, otorga placer y contiene propiedades beneficiosas para nuestra salud. Lo puedes comer en tableta, en postres, en bebidas, en cereal… El chocolate es, además, el ingrediente estrella de un buen maridaje, siempre que logremos combinarlo con el vino correcto. ¿Se le puede pedir algo más?